Crisis del coronavirus

Los avisos de los expertos que desoyó el Gobierno antes del 8-M: «El tiempo se acorta, ¡reaccionad!»

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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. (Foto: EFE
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Covid avanzaba por toda España mientras el Gobierno permanecía impasible. Mucho antes de que Pedro Sánchez tomase medidas, el riesgo del coronavirus era ya una evidencia para expertos que incluso avisaron directamente al Ejecutivo de la gravedad de la situación y de la urgencia de actuar cuanto antes. En febrero de 2020, uno de estos investigadores, Àlex Arenas, físico y catedrático del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universidad Rovira i Virgili (URV), lanzaba su SOS a través de las redes sociales, apuntando directamente al ministro de Ciencia, Pedro Duque.

El nombre de Arenas ha sonado especialmente en la prensa en los últimos días por la investigación que señala que, si el confinamiento domiciliario se hubiera decretado siete días antes, se habría salvado la vida de unas 23.000 personas en toda España.

El estudio ha sido elaborado por un grupo de científicos de las universidades Rovira i Virgili de Tarragona y de Zaragoza, liderado por Arenas. Este experto ha afirmado que el año pasado derivó «cuatro informes al ministro de Sanidad, Salvador Illa, vía Miguel Hernán (epidemiólogo que asesoró al Gobierno en la primera ola), a partir de los cuales el presidente Pedro Sánchez decidió el confinamiento total. Como mínimo, dos semanas tarde».

El 29 de febrero de 2020, Sanidad aún no veía ni siquiera motivos para suspender eventos o celebraciones masivas como las Fallas, siguiendo el ejemplo de lo que ocurría en la cercana Italia, ya golpeada por el virus.

El portavoz del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, advertía de que no debía propagarse el miedo y apelaba a no dejarse llevar por titulares de prensa. Las recomendaciones del Ministerio de Sanidad se limitaban a tener precaución al toser y estornudar y lavarse las manos con frecuencia.

«Información precisa»

El investigador afirma que Illa y Simón disponían de información «precisa» que incluso les requirieron, pero tardaron dos semanas en tomar medidas drásticas. No fue hasta el 14 de marzo que Pedro Sánchez decretó el estado de alarma y el consiguiente confinamiento domiciliario.

En aquellos días, los llamamientos de este experto también eran públicos a través de las redes, sin respuesta por parte del Gobierno.

 

Arenas había elaborado un mapa de riesgo, que medía en tiempo real los casos por municipios para valorar las posibles medidas a tomar, como restricciones de movilidad. «El mapa de riesgo puede ser de mucha utilidad para contener la infección. La ventana de tiempo se nos acorta, ¡reaccionad por favor!», escribía el 1 de marzo en un mensaje dirigido al Gobierno.

La semana pasada Fernando Simón admitió que si se hubiese adelantado el confinamiento «se podrían haber evitado algunas muertes».

Preguntado sobre este estudio, que reconoció no haber leído, el jefe de las alertas respondió con sorna: «Y si hubiésemos confinado el 1 de enero también», aunque después, en un tono más sosegado, admitió que se podrían haber salvado vidas. «El problema es si se hubiera podido hacer el confinamiento antes. Se tiene que justificar por qué se priva de derechos fundamentales», matizó, no obstante.

En España han fallecido más de 90.000 personas por coronavirus. Una cifra que queda lejos de los datos que ofrece el Ministerio de Sanidad.

En diciembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que sólo entre los meses de enero y mayo de 2020 fallecieron 45.684 personas por motivos relacionados con el coronavirus. El Gobierno sólo contabilizaba 27.127 fallecidos en ese periodo.

Cabe recordar que el Ministerio sólo computa los muertos con prueba PCR positiva, lo que ha excluido a muchos fallecidos, especialmente en la primera ola. Sin embargo, ya en abril, la Organización Mundial de Salud (OMS) definía como muerte por Covid «una muerte resultante de una enfermedad clínicamente compatible en un caso Covid-19 probable o confirmado».

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